Harto sabido es que somos seres sociales, que competimos o colaboramos según el contexto.
Como decía Karl Marx la solidaridad del ser humano está contenida en el producto de su trabajo, entonces de allí me gustaría sentar las bases para la “casa” aunque con lo que voy a escribir no creo de aportar nada de nuevo de lo que ya se ha escrito.
La casa debe cumplir unas condiciones para permitir la vida comunitaria de los habitantes y a la vez dejarle el espacio para su autorealización como individuos.
Imagino un hogar con espacios abiertos donde se pueda organizar las actividades tanto de los más grandes como de lo más chiquitos (prole).
Una casa donde los espacios compartidos sean grandes y donde puedan vivir como mínimo tres parejas con los respectivos niños que vendrían a formar nuestro núcleo familiar. Veo la casa utilizando energía renovable como la solar o la eólica para ser autosuficiente y no deber depender de las grandes empresas que nos suministran energías, librándonos de este yugo. Lo que necesitamos son millones de personas que producen y comparten pocos vatios y no pocas empresas que producen y venden millones de vatios. A la vez veo un sistema de recolección y reutilizo de la agua de lluvia. Hay suficiente tecnología para instalar un sistema que funcione en estos términos, yo no tengo suficiente conocimiento pero seguro que hay y si no lo proyectamos con algún “pana” ingeniero. ; )
En mérito a los alimentos, la cuestión es un poco más difícil, pero con un huerto e invernaderos algún alimento básico se puede producir y de allí integrar con consumo responsable. La casa, o mejor dicho sus habitantes tienen conciencia y saben que consumir productos exóticos no es sostenible.
Imagino seis adultos que comparten las tares de casa y que están preparados y organizados para llevar a cabo todas las tareas esenciales para el funcionamiento de esta, a la vez los veo con la capacidad de intercambio, todos pueden y saben hacer estas tareas fundamentales, los imagino repartiéndose el trabajo de enseñanza y cuidado de los niños, de mantenimiento de las instalaciones, de la recolección de los alimentos y preparando la comida.
Estas tareas y otras, que a lo mejor ahora no me salen, las veo claramente planificada en donde cada uno sabe que va a hacer a lo largo del día, el resto del tiempo en cambio lo veo totalmente de libre elección en donde cada uno puede cultivar sus actividades preferidas.
Con todo esto falta la interacción con el mundo exterior. Es bueno que no sea solo una casa así si no todo el vecindario, el barrio y que la experiencia de pocos se puede extender a muchos. Puede haber intercambio de actividades, permitiendo así la circulación de dinero. Pueden hacerse talleres de música, de pintura, escultura, baile, poesía y literatura, cocina, y todas las actividades en que somos, en cuanto seres humanos, excelentes.
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