Uno de los retos que hemos tenido, y que suele ser un reto entre quienes composteamos en la ciudad, es lograr el equilibrio entre materiales verdes o ricos en nitrógeno(restos de cocina), y materiales secos o ricos en carbón (ramas, hojas secas, aserrín, la poda del jardín). De lo que hemos aprendido, los micro-organismos que nos acolitan, consumen 30 partes de carbono por cada una de nitrógeno. osea que necesitamos arto más material seco que verde, la relación es más o menos 3 a 1.
El problema es que el césped que podamos y las hojas secas que encontramos alrededor de la casa, no avanzan a ser ni el doble de desechos orgánicos de la cocina. Entonces nos pusimos a pensar que hacer… una alternativa es comprar aserrín, pero queremos usar los materiales que tengamos a la mano en Quito y obviamente intentar comprar lo menos posible, así que estamos experimentando con papel y con periódico… les mantendremos al tanto de cómo nos va.
Aquí están unas fotitos de la última mañana de trabajo que tuvimos en la composta y la huerta: